Attar –o Ittar, un término que alude al aroma– atesora más de 60.000 años de historia y una tradición ancestral de fórmulas secretas que pasaban sigilosamente de generación en generación. Porque un attar no es el mismo según quien lo elabore. Desde las legendarias composiciones con rosa –Gulab–, un clásico entre los clásicos, a las versiones actuales con los Ouds más venerados del elenco perfumista, cada composición revela un misterio único. Además, el attar no se puede desligar de sus antiguos usos rituales y terapéuticos. Los sadhus hindúes y aspirantes espirituales se servían de estos aromas en su viaje hacia la iluminación. También los derviches, de la fraternidad sufí, en sus danzas meditativas.
Los primeros attars fueron formulados por médicos con fines meramente curativos según fuera la cualidad de sus ingredientes: fríos, para atemperar el cuerpo en fiebres o climas muy cálidos, como el jazmín o la rosa; y tibios, para incrementar la temperatura corporal, como el azafrán o el oud. Esa es la genuina génesis del perfume más antiguo del mundo: la de sanar y servir de ofrenda a las divinidades. Y su proceso de producción surgió triturando ingredientes botánicos e infundiéndolos en aceite puro, habitualmente de sándalo, que se dejaba envejecer durante meses hasta alcanzar una intensidad y matices muy distintos a los de los perfumes modernos, que utilizan alcohol como base o solvente, dado que es más económico y ofrece una amplia difusión.
La complejidad de su elaboración hace que un attar reaccione de manera diferente en cada piel. El calor corporal amplifica su aroma, altamente concentrado, revelando una armonía de matices dulces, especiados, coriáceos o ahumados. Pueden ser sencillos, como el Gulab, a base de rosa damascena infundida en sándalo; o más complejos, como Shamama Attar, una mezcla destilada de más de 40 ingredientes entre flores, hierbas y resinas. Uno de los más apreciados es Mitti Attar –el perfume de la tierra–, una combinación botánica que refleja como ninguna otra el exacto momento en el que las primeras lluvias del monzón tocan el suelo reseco, revelando el aroma a tierra mojada. Algo que más tarde se denominó Petricor (olor a lluvia), aun hoy presente en muchas formulaciones.
Porque hablar de los primeros attar nos trasporta inexorablemente a India y el epicentro de su cultura perfumística: Kannauj (Uttar Pradesh). Se puede encontrar vestigios de su elaboración en textos del siglo VI. Cuentan las leyendas que el gobernante de la ciudad de Awadh solía disponer fuentes de attar alrededor de su dormitorio para generar una atmósfera fragante y sensual muy evocadora. Los perfumes más selectos y exclusivos, capturados en pequeños decantadores enjoyados, eran obsequiados como gesto de hospitalidad a los invitados, una costumbre habitual de la realeza mogol. Al estar compuestos en su mayoría con notas de fondo (las más longevas), el resultado es una fragancia más rica, densa y menos volátil, de evolución prolongada. La alta calidad de los ingredientes utilizados y su intrincado proceso de elaboración convierten al attar en puro “oro líquido” que puede alcanzar precios desorbitados. Un tesoro que hoy se considera en extinción por la carestía de muchos ingredientes tradicionales, como la codiciada madera de sándalo o los ouds silvestres.
Attar, también conocido como “Itra” o “Ittar”, es un aceite esencial de fragancia, generalmente hecho de pétalos de rosa. En sentido estricto, la palabra ‘attar’ es una palabra árabe que significa olor.
La fabricación de aceites de fragancia Attar es la práctica de extraer el aroma de flores, hierbas y otras fuentes botánicas. Algunos aceites de attar también se extraen de especies de madera.
Historia de Attar/Ittar
La historia de hacer attar es bastante antigua en la India y tiene más de 60000 años. Ganó popularidad durante el período mongol en la India. Hay muchas fuentes que citan que el uso de aceites esenciales y fragancias añadía un agradable toque a la vida durante la época de los mogoles en la India.
La historia de los attars está muy asociada a la historia de Kannauj, un pequeño pueblo en Uttar Pradesh en India. Kannauj también se conoce como la “ciudad de los perfumes de la India” e “Ittra Nagri”, ya que la ciudad es popular por la fabricación de aceites esenciales. Hay más de 500 unidades de fabricación de attar tradicional en Kannauj.
La ciudad ha sido conocida por sus aromas naturales incluso antes de la época de Mugal, cuando se usaban botánicos aromáticos como el sándalo, el almizcle, la rosa, el alcanfor, el azafrán, etc. para extraer fragancias naturales.
Estos aromas orgánicos naturales se exploraron y experimentaron más a fondo durante el período Mugal en la India. A la mayoría de los emperadores mogoles y sus reinas les gustaban las fragancias atáricas y esto condujo al descubrimiento y desarrollo de las fragancias atáricas en la India.
Según algunos historiadores, el popular emperador mogol Akbar tenía todo un departamento de perfumería para que él y sus sucesores pudieran mantener sus cuerpos (y mentes) bien perfumados en una región donde el clima cálido podía contrarrestarse con eficacia.
¿Cómo se hacen los attars tradicionales de la India?
Las formas tradicionales de hacer Attar y aceites esenciales todavía prosperan en Kannauj y son conservadas con cariño por artesanos y fabricantes/productores de attar.
Esta tradición se ha transmitido de generación en generación. Es realmente un gran placer para los ojos ver el proceso tradicional de elaboración del attar realizado por artesanos.
Equipo utilizado para la fabricación tradicional de attar
La producción de aceites esenciales para flores generalmente se realiza en áreas remotas ya que las flores requieren ser procesados lo antes posible después de ser arrancadas de las plantas. Los aparatos y equipos utilizados para producir varios tipos de aceites esenciales son livianos y eficientes. A continuación se enumeran los detalles de los equipos que se utilizan normalmente para la elaboración tradicional de attar:
- Deg
El proceso se lleva a cabo en alambiques de cobre, también denominados “Degs”. Durante siglos, los grados han desempeñado un papel fundamental en la producción de aceites aromáticos orgánicos utilizando métodos tradicionales. Los grados están hechos de metal de cobre y tienen abertura para conexiones a uno o dos receptores.
- Bhapka
El Bhapka, también llamado “receptor”, está construido en cobre y contiene una forma redonda con un cuello largo. Durante el proceso de hacer attar, se requiere que el receptor esté conectado con Deg a través de Chonga. Es popular como Bhapka en el idioma local y también actúa como condensador.
- Bhatti Tradicional o Horno:
El bhatti tradicional que utilizan los artesanos attar está construido con ladrillos y arcilla. Normalmente se utiliza madera o carbón para calentar durante el proceso.
- Gachchi o depósito de agua de refrigeración:
Un tanque de agua de enfriamiento es el lugar donde se guarda el Bhapka o receptor y su propósito es enfriar el destilado de Deg.
- Kuppi o botella de cuero:
Kuppi son las botellas hechas de cuero de animales. Estas botellas se utilizan para eliminar la humedad de los attars.
Uso y aplicación de Attar
Los aceites Attar tienen una amplia gama de aplicaciones y usos. Cada aceite de attar tiene su propia fragancia y características únicas, así como también tienen diferentes usos. Algunos de los aceites esenciales se utilizan en varios productos, mientras que otros se aplican directamente sobre el cuerpo como esencias. Además de estos, hay varios aceites de attar y aceites esenciales que son útiles en el cuidado de la salud y su fragancia única ayuda a sanar el cuerpo y fortalecer la mente.