¿Qué son los rayos UVA y cómo actúan?
El sol es una estrella especialmente cercana a la tierra, y por ello la vemos más grande. Antiguamente se creía que el sol era una bola de fuego, ya que emite su propia luz, pero en realidad está compuesto por un gas caliente llamado hidrógeno. Los átomos de hidrógeno se transforman en helio al unirse. Este proceso se llama fusión nuclear y genera una gran cantidad de energía. Esta energía es la culpable del calor y la luz que emiten las estrellas como el sol.
Igual que la explosión de una bomba, que produce una onda expansiva debido a la reacción tan fuerte que se produce, esta gran cantidad de energía debida a la fusión de dos átomos emite radiaciones ultravioleta. Estas radiaciones ultravioleta se han clasificado en distintos tipos y las conocemos por el nombre de rayos UVA, UVB y UVC.
Las radiaciones solares interactúan con nuestras células dividiéndolas y esta división produce radicales libres, que son moléculas de oxígeno que dañan las células de las que está compuesto nuestro cuerpo y acaban dañando nuestros órganos.
La capa de ozono que cubre la atmósfera nos protege contra las radiaciones UBC y parcialmente contra las UVB. Las radiaciones UVA en cambio atraviesan la capa de ozono. Aún así sabemos que esta capa de ozono es cada vez más delgada y no nos protege lo suficiente. Somos culpables de la destrucción de la capa de ozono cuando emitimos gases que contaminan la atmósfera y la destruyen. Por ello la capa de ozono nos protege cada vez menos contra las radiaciones solares, así que debemos protegernos nosotros.
Para protegernos de las radiaciones ultravioleta podemos evitar el sol y ponernos a la sombra, o taparnos todo el cuerpo usando ropa, sombreros y gafas de sol. ¡Recuerda que los sombreros deben proteger también las orejas y el cuello! Por eso se recomienda que sean de ala ancha. Pero el sol también tiene algunos beneficios y es el que nos proporciona la vitamina D, una vitamina que nuestro cuerpo no puede producir por sí mismo. El sol también mejora algunas afecciones de la piel como la dermatitis. La vitamina D protege contra las infecciones: por eso se recomienda tender la ropa al sol, o las mascarillas, ya que los rayos ultravioleta las desinfectan. Por todo esto, es conveniente que nuestra piel reciba algo de sol y en este caso debemos usar protectores solares.
¿Qué significa grado de protección SPF?
El SPF indica el grado de protección que un producto ofrece frente a las radiaciones UVB, que son las más perjudiciales y pueden llegar a provocar cáncer de piel. También hay protectores solares de amplio espectro que protegen de los UVA además de los rayos UVB. Esto lo debe indicar en la etiqueta. Lo ideal es un protector de amplio espectro, porque si bien los rayos UVA no son tan perjudiciales como los UVB, si que aceleran el envejecimiento de la piel y favorecen también la aparición de cánceres.
¿Qué significa el número de SPF?
El número asociado al SPF nos indica el tiempo que podemos estar al sol sin quemarnos. Si nosotros habitualmente nos quemamos estando 20 minutos al sol, con un SPF 15 podríamos estar esos 20 minutos multiplicados por 15. Esto quiere decir que cuanto más alto sea el índice SPF más tiempo podremos permanecer al sol
¿Qué SPF es el más adecuado?
Todo depende del tipo de piel; hay gente que tolera el sol mejor que otra. Las pieles más claras necesitan más protección, ya que tienen menos melanina y la radiación solar les perjudica antes.También depende del tiempo que vayamos a estar expuestos: no necesitaremos la misma protección para dar un paseo corto por la ciudad, que para salir a navegar.
En todo caso se aconseja usar una protección solar entre 30 SPF y 50 SPF. A partir de 50, la diferencia es apenas perceptible. Si un protector solar con SPF 15 filtra aproximadamente un 93% de los rayos UVB, un protector con 30 filtra un 97%, pero en cambio una crema con factor de protección 50 filtra un 98% de radiaciones UVB. Como veis, la diferencia tiende a hacerse imperceptible cuanto más subimos el índice SPF, por lo que realmente no es necesario que usemos un índice protector mayor de 50. Lo que yo suelo hacer es usar siempre una protección SPF 50 para el rostro, ya que la piel es más delicada, para el cuerpo se puede usar protección 30 sin problemas excepto si vas a hacer deportes acuáticos, en cuyo caso deberíamos usar protección 50 sin dudarlo.
En el caso de los deportes, hay que tener en cuenta además que la humedad reduce la protección, por lo que deberemos usar un protector resistente al agua.
Respecto a los protectores resistentes al agua, no quiere decir que el agua no reduzca su efectividad. Sólo indica que tardará más tiempo en irse si entra en contacto con el agua o el sudor, y debería especificar cuánto tiempo durará esa protección. Aún así debemos aplicarlo de nuevo tras el baño y después de secarnos con la toalla por mucho que el fabricante diga que es resistente al agua y a la fricción. Lo ideal es aplicarlo cada dos horas y ser generoso con las cantidades. Si nos ponemos poca cantidad no nos protegerá los suficiente.
¿Qué son los protectores solares minerales?
Los protectores solares minerales contienen dióxido de titanio y óxido de zinc y funcionan bloqueando físicamente los rayos ultravioleta. Actúan como un escudo que refleja las radiaciones. Tienen un inconveniente y es que pueden dejarte la piel toda blanca, aunque los han ido mejorando con el tiempo y ahora apenas se nota si lo extiendes bien, de ello hablaremos en otro post. Algunos incluyen nanopartículas, lo que puede ser peligroso ya que estas partículas tan pequeñas podrían atravesar la célula y dañarla. A pesar de esto, y evitando los que llevan la etiqueta “nano”(obligatoria), tienen muchas ventajas, que enumero a continuación:
Son de amplio espectro, protegen contra todo los tipos de rayos ultravioleta.
No producen alergias, por ello se recomiendan para bebés y pieles sensibles.
Muchos de ellos aguantan mejor el agua, el sudor o las fricciones.
Actúan al momento; no es necesario aplicarlos media hora antes de la exposición al sol.
Son biodegradables, no dañan los ecosistemas marinos.
Contienen dióxido de titanio y óxido de zinc y funcionan bloqueando físicamente los rayos UVB. Actúan como un escudo que refleja las radiaciones. Tienen un inconveniente y es que pueden dejarte la piel toda blanca, aunque los han ido mejorando con el tiempo y ahora apenas se nota si lo extiendes bien, de ello hablaremos en otro post. Algunos incluyen nanopartículas, lo que puede ser peligroso ya que estas partículas tan pequeñas podrían atravesar la célula y dañarla. A pesar de esto, y evitando los que llevan la etiqueta “nano”(obligatoria) tienen muchas ventajas, que enumero a continuación:
¿Qué es un protector solar de amplio espectro?
Los protectores que actuan contra los rayos UVA, UVB, la luz azul y los rayos infrarrojos.
¿Qué son las radiaciones VL-IRA y la luz azul?
El espectro solar está compuesto por varias longitudes de onda de radiación electromagnética que pueden penetrar la piel en diferentes niveles: cuanto más larga es la longitud de onda, más profunda es la penetración en la piel. Por ejemplo, mientras que los rayos UVB y UVA2 penetran en las capas superficiales de la piel, hasta la capa basal de la epidermis, los rayos UVA1 de onda larga pueden penetrar más profundamente, en la dermis, y la radiación infrarroja y VL aún más profundamente, llegando a la hipodermis.